Al hablar de Francia, enseguida pensamos en la buena vida de la Borgoña: pan fresco, cruasanes calientes, queso, crêpes y vino. ¿Pero qué hay de la pizza? Francia es un país de pizza. Es más, es un país muy innovador en materia de pizza. Un estudio de 2016 reveló que Francia y Estados Unidos son los países más innovadores del mundo para la pizza. Por ejemplo, los expertos en pizza franceses inventaron una pizza dulce con puré de manzana, trocitos de manzana y una cubierta crujiente. Aunque en Estados Unidos son los campeones en el consumo de pizza, en Francia son los finalistas. En Francia, hay un gran número de cadenas de pizzerías y restaurantes, y las pizzas también tienen mucho éxito en los canales de venta al por menor. Dentro de Francia, hay grandes diferencias de cultura, tradiciones y gastronomía. Eso también se nota en el terreno de la pizza. Por ejemplo, en el norte, la gente prefiere la pizza al estilo americano, con una base más gruesa, mientras que en el sur, la pizza se come más al estilo italiano, con una base más fina y crujiente. Esto tiene su lógica por el clima cálido, que hace que apetezcan comidas más ligeras. En comparación con el resto de Europa, las pizzas francesas están más cubiertas de productos locales y quesos fuertes. Un fenómeno en Francia es la «pissaladière», una combinación entre quiche, flammkuchen y pizza. La «pissaladière» es muy típica de Marsella, Niza y Cannes.